Literatura Extranjera

octubre 26, 2008

El Teatro Medieval

Filed under: Literatura Extranjera,Mester de Juglaría — Miguel Gabriel Rodriguez Jaritz @ 8:48 pm

La Edad Media o Medioevo es el período que transcurre desde la caída de Roma en poder de los Bárbaros (Año 476 d.C.) hasta la caída de Constantinopla en poder de los Turcos (Año 1453 d. C.). Son los siglos en que se produce el largo tránsito entre el Mundo antiguo y moderno, caracterizado por el crecimiento del Cristianismo. En lo cultural y lo social se mantenía una visión teocéntrica del mundo y una organización social estratificada: Nobles feudales, cuya cabeza es el Rey, Vasallos y el Clero. Suele dividírselo en Alta Edad Media y Baja Edad Media. Esta última comprende el período de decadencia de los valores que han sostenido la nobleza y el clero y el surgimiento de una nueva clase social habitante de las ciudades o burgos: Burguesía.

El Crisol De La Edad Media

El mundo antiguo se agrandó. Al terminar este mundo y empezar lo que se llama Edad Media, la Historia se ocupa de casi todos los países que lindan con el Mediterráneo, el Mar Negro , el Golfo Pérsico y grandes extensiones del Océano Indico. Más lejos, existían las civilizaciones de China y el Lejano Oriente y las de América, que estaban adelantadas, aunque aún no se había descubierto el Nuevo Mundo. La civilización tomaba lentamente posesión de la tierra.

Sucedió que muchos bárbaros asimilaron las costumbres civilizadas. Diversos pueblos surgieron al aprender a leer y escribir y al dejar así un testimonio de sus actos. Todo esto ocurrió muy lentamente, ya que se necesita mucho tiempo para construir una civilización; pero, poco a poco, la cultura se propagó de un país a otro, y el mundo de la historia se agrandó.

 Al tornarse más clara esa civilización, se empiezan a ver cosas asombrosas. Toda Europa está en fermentación. Parece un enorme caldero en que hierven juntas las distintas tribus y razas, empujándose, desplazándose, destruyéndose unas a otras.

 Por algunas razones, sería preferible llamar a este período la Edad del Amanecer, más que la Edad Media. Una de ellas seria que vio surgir un nuevo y vigoroso tipo de cultura en la Europa Occidental.

2.  Las Artes Medievales

En esta etapa, en el arte se abandona el mundo pagano de la antigüedad pero se desarrollan las lenguas nacionales y surgen numerosas mitologías locales.

La vida del hombre medieval tuvo en Dios uno de sus centros fundamentales. La filosofía y la teología conformaron la escolástica, un pensamiento orientado a unir fe y razón. Quien mejor representó este pensamiento fue Santo Tomás de Aquino, que desarrolló cinco tesis que permitían demostrar, racionalmente, la existencia de Dios.

El saber se cultivaba en los monasterios y, más tarde, en las universidades. En estas últimas, la teología era una disciplina fundamental, pero junto a ella, también se impartían clases de aritmética, astronomía, gramática, música y otras.

·                     Arquitectura

Las manifestaciones artísticas reflejaron el espíritu religioso, en perfecta concordancia con el pensamiento de la época. Durante la Edad Media dos fueron las tendencias arquitectónicas más marcadas: el románico y el gótico.

El arte románico expresaba con sus arcos de medio punto y sus estructuras sólidas y bajas, que las creencias eran firmes y que la contemplación era una actitud valorada.

El gótico, por su parte, se manifestó más elaborado: los arcos se estilizaron, llamándose ojivas, las que permitieron la construcción de bóvedas mucho más altas y elegantes que apuntaban al cielo, buscando a Dios.
Las iglesias estaban adornadas con vitrales, grandes composiciones en vidrios de colores que, usualmente, representaban escenas religiosas. El gran rosetón en el frente del edificio, es otra de las características del gótico.

·                     Música

En el plano musical se destacaron el canto gregoriano y la polifonía, ambos de carácter religioso. En el primero, los monjes entonaban cantos sin el apoyo de la música. La polifonía, en cambio, se caracterizó por superponer -al mismo tiempo– diferentes líneas melódicas manteniendo una perfecta armonía.

·                     Literatura

·                     Poesía Épica

·                     El mester de juglaría

Una de las más importantes manifestaciones de la literatura medieval es la poesía épica, fruto del ambiente guerrero en que se desarrolla buena parte de la vida en la Edad Media. Su expresión más típica se halla en los cantares de gesta, recitados por los juglares.
El conjunto de dichos cantares es conocido bajo el nombre de mester  de juglaría. Tuvo su florecimiento en los siglos XII y XIII, y de él conservamos únicamente un fragmento del Cantar de Roncesvalles y, por supuesto, el Cantar de Mio Cid, copiado a principios del siglo XIII por un tal Per Abbat. El Cantar de Mio Cid ha resultado ser uno de los principales monumentos de la literatura española medieval.

·                     El mester de clerecía

En el siglo XIII, los clérigos toman el relevo de los juglares en la composición de grandes poemas, pero con unos propósitos bastante diferentes. Ya no se trata de exaltar las hazañas de los grandes héroes nacionales, sino de divulgar la cultura guardada hasta entonces en los monasterios. Dichos poemas reciben el nombre de «mester de clerecía». Algunos autores destacados fueron:

 – Gonzalo de Berceo (1195
– Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (1290?-1350?)
– El Canciller Ayala (1332-1407)
– El Rabí Don Sem Tob (siglo XIV) 

 Creación de la prosa literaria

Fue el comienzo de la escritura en forma de prosa, . Sus precursores fueron: Alfonso X El sabio (1221-1284) y El Infante Don Juan Manuel (1282-1349?)

2.     Características específicas del género teatral

 El teatro medieval y su desarrollo

 El incipiente teatro medieval con toda la riqueza de elementos litúrgicos era un teatro todavía en embrión. No se daban en él con plenitud los componentes de la teatralidad esencial. Ni los autores tenían una intencionalidad teatral, ni se daba una clara delimitación con otros géneros.

El teatro de esta época está dividido en dos partes: el religioso, que se representaba en las Iglesias y Palacios y era exclusivo para los más cultos; y el popular, que aparece más tarde, que se presentaba en plazas y calles para un público general y se utilizaba un lenguaje rústico. De este último fue su precursor Lope de Rueda.

 Se presume que las obras de la Edad Media serían de carácter dramático como lo eran las disputas de los siglos XIII y XIV o ciertas manifestaciones épicas.
En la Europa de la Edad Media como en la Grecia Antigua, el teatro tiene un origen religioso. Del Drama Litúrgico, destinado a fomentar la comprensión y la devoción del pueblo, nace luego la Literatura dramática.

Después de que los autores cristianos desterraran el teatro clásico, la Edad Media recupera formas teatrales a partir de los tropos, melodías ampliadas hasta crear pequeñas escenas dialogadas, como el Quem quaeritis latino, en que los apóstoles visitan el sepulcro de Cristo resucitado.

Los tropos se enriquecen con ludi y otras ceremonias, hasta desembocar en el drama litúrgico, pequeña representación de un episodio de la vida de Cristo adaptada al curso de la Misa. Sus variantes más elaboradas eran el drama sacro o el drama escolar, sobre vidas de santos y redactadas por estudiantes. Hasta aquí se escribe en latín y se conservan escasos testimonios de estos textos.

El Teatro Castellano Medieval

El teatro medieval castellano cuenta con testimonios confusos, escasos e irregulares, hasta el punto de haberse puesto en duda su existencia hasta finales del siglo XV. En España el Teatro Medieval nació en los templos, como el de otros países, y consistió en la escenificación de hechos tomados de la historia sagrada católica que eran representados en la Navidad, Semana Santa, Fiestas de Corpus, etc. Estas primitivas formas del teatro español se habrían realizado dentro de la iglesia, interpretando los clérigos los distintos personajes bíblicos de la representación. Pronto escenas principales cayeron en lo zafio y grotesco, por lo que dichas representaciones tuvieron que salir del templo y realizarse afuera, en el atrio, para que el pueblo las presenciara desde la plaza o la calle. En España las primeras obras religiosas se llamaron autosacciones» o «actos»). Los primeros dramas sacros parecen haber sido reconstrucciones de los relatos bíblicos o de la vida de los santos.

Los primeros autos fueron representados por sacerdotes y miembros de las corporaciones. Pero ya en 1454, los archivos municipales demuestran que habían sido contratados tres bailarines y juglares para que aparecieran en un drama sacro. Hay una faz de las representaciones españolas que fue peculiar de esa nación que siempre amó el baile: la introducción de éste en las mismas iglesias.

Simultáneamente hubo otro teatro profano de viejo arraigo popular. Estuvo constituido en un principio por los llamados «juegos de escarnio», de los cuales no queda sino el nombre.

 Los actores del teatro profano iban de lugar en lugar por la ciudad y repetían sus interpretaciones. Viajaban en carros donde llevaban sus decorados. Se los conocía precisamente con el nombre de carros, y su actuación al aire libre se llamaba la fiesta de los carros. En cada parada, los carros eran llevados frente a una plataforma sobre la cual los actores interpretaban las escenas más importantes. Había otra clase de escenario que sólo se utilizaba en los desfiles, llamado la roca. Era éste una especie de plataforma llevada por doce hombres y sobre la cual iban de pie, Jesús, María y diversos evangelistas y santos.

 El pueblo español amaba el teatro en todas sus formas, y a todas con el mismo entusiasmo. El canto y el baile, los monólogos y los cuadros cómicos, hasta la juglaría, introducían lo que se suponía que debía ser la atracción principal: la obra en sí.

Los entremeses, interludios de comedia, baile y canto, presentados en los entreactos de obras seculares, parecen haber interrumpido los episodios sagrados de los autos sacramentales. Algunos de esos interludios obscenos deben de haber llegado a las representaciones en las iglesias, pues hasta un monje dice que los actores: «con frecuencia hacen y dicen cosas delante del Santísimo Sacramento que son totalmente extrañas al nombre de cristianos y merecen un castigo».

En 1473 un concilio eclesiástico emitió un decreto contra la presentación de monstruos, máscaras, figuras obscenas y de «versos lascivos que interfieren los oficios divinos». Es probable que haya habido muchos decretos más, pero las obscenidades persistían en las iglesias.

A fines de siglo XV, Carlos II prohibió otra clase de obra religiosa. Se representaba sólo en los teatros públicos y se la conocía como comedia de santos. La expresión «de santos» no requiere explicación; así como auto significaba cualquier clase de obra, religiosa o no. Así, mientras Colón descubría y exploraba el Nuevo Mundo, los dramaturgos españoles descubrían y exploraban una nueva forma dramática: la comedia.

Casi todos los autores de éxito se ocuparon sobre todo de la vida contemporánea, a menudo humorísticamente.

En cuanto a la aparición de textos que corroboren el Teatro Castellano en España, ningún resultado ha dado hasta hoy la rebusca de textos pertenecientes al género y la existencia de algún tipo de teatro profano en la primera etapa del Medioevo. Sólo permite suponerla la división de Las Siete Partidas a ciertos juegos de escarnio. Se sabe específicamente que el teatro de corte popular en España aparece casi al final del Medioevo con Lope de Rueda.

Entre las hipótesis lanzadas para explicar esta ausencia del Teatro Medieval en España, está la que la atribuye a la ocupación árabe y a la implantación del rito Mozárabe en Castilla. Es probable que en la península se hayan perdido más textos de representaciones teatrales que de otros géneros literarios.

Sólo se conserva un breve fragmento que se conoce con el título de Auto o Misterio de los Reyes magos (Ver 5-Autores y Obras), descubierto en el Siglo XVIII en la Catedral de Toledo por uno de sus canónigos. Compuesto en versos polimétricos, data de finales del Siglo XII o de principios del Siglo XIII y es la única pieza dramática que poseemos de un período que llega al Siglo XV.

El Teatro en Italia e Inglaterra

 Un teatro más modesto originario de Sicilia, era el de las compañías ambulantes que viajaban por Italia: el teatro de filakes, que dio lugar a las farsas atelanas. Carecía de texto, y popularizó diversos tipos cómicos: el macus o goloso, el buccus o estúpido, etc. Este teatro alimentó las formas teatrales populares de la edad Media y tuvo una influencia sobre la comedia dellárte en el Renacimiento. A partir del s. XI la utilización del latín fue cediendo frente al desarrollo de las lenguas vulgares. Las representaciones pasaron a los atrios y luego a las plazas públicas y la decoración se complicó, de modo que en los s. XIII y XVI se levantaron grandes tarimas, sobre las que se instalaron los diversos escenarios.

En Italia y en Inglaterra, al igual que en España, algunas obras seguían los lineamientos clásicos y se las representaba en los palacios y universidades. Ciertas universidades exigían a los estudiantes y al cuerpo docente la producción de dos obras clásicas cada año. Tuvieron cabida por primera vez en la corte las maravillas escénicas de Italia.

Generalidades Del Teatro Medieval

El escenario Medieval

 Durante la Edad Media, las Catedrales sirvieron a menudo de escenarios interiores; en ellas existían ciertas posibilidades de manipular efectos como luces y sombras. Esta herencia fue aprovechada por el teatro Renacentista.

En el desarrollo de las obras del Teatro Medieval, se utilizaban pinturas escenográficas dispuestas una a continuación de la otra, que ayudaban a representar las acciones que se llevaban a cabo en diferentes lugares

Actores en puesta en escena

Los actores se trasladaban de un decorado a otro a medida que se lo exigía la acción. Realizaban así la representación sobre el carro y/o sobre la platea construida a tal efecto en la calle o sobre alguna plataforma anexa.

A pesar de que algunas obras eran repetitivas y demasiado extensas, interpolaban música y acción y explotaban las posibilidades cómicas en muchos de los papeles asociados a los vicios y al demonio para crear una fórmula dramática popular menos agobiante.
 
Algunos a menudo casi fallecían al representar crucifixiones excesivamente realistas y otros al figurar de demonios sufrían gravísimas quemaduras

Tipos de representaciones:

Dentro del teatro religioso encontramos diferentes clases de representaciones:

·                     Misterios y Moralidades

Durante los festivales religiosos, que asiduamente se celebraban en toda Europa medieval, era infaltable la representación de los misterios, pequeñas piezas didácticas basadas en la evolución de la humanidad según los principios cristianos (desde la creación hasta el juicio final) y en las populares vidas de los santos. Escritos por religiosos e interpretados por los vecinos, por lo común en el interior o en el atrio de las iglesias o sobre enormes carros construidos para tal fin, los misterios eran tan suntuosos en su puesta en escena como se lo podía permitir cada comunidad. El peso de la realización fue recayendo paulatinamente en los gremios de artesanos, por lo que se supone que el nombre misterios proviene del francés métier (trabajo u oficio) aunque no tardó en derivar a la concepción más amplia de verdad religiosa.

Algo más tarde, en el s. XV, hicieron su aparición las moralidades, que no eran otra cosa que sermones representados. Alcanzaron enorme popularidad, sobre todo en Inglaterra donde destacaron títulos como El castillo de la perseverancia. El objetivo de las moralidades era representar la lucha contra el pecado y el proceso que permite al hombre común llegar a la salvación de su alma.

·                     Alegorías:

Las alegorías fueron un subgénero proveniente de las moralidades. En ellas los personajes representaban cualidades abstractas como por ejemplo los siete pecados capitales. Este género se desarrollará a lo largo de los siguientes siglos. Entre sus obras se encuentran títulos destacados como lo son La reina de las hadas de Edmund Spencer y El viaje del peregrino de John Bunya.

La tradición de representar alegorías surgió a partir de El Romance de la rosa, la cual era una obra muy importante.

·                     Tropos

Los tropos eran melodías ampliadas o adornos antifonales. Eran textos breves que se interpolaban dentro de uno litúrgico. Su desarrollo dialogado dio lugar al drama litúrgico.

Dentro de el teatro profano encontramos otros tipos de representaciones como: entremeses: piezas dramáticas de comedia, baile y canto de un solo acto, que solían representarse entre una y otra jornada de la comedia; comedias: obras dramáticas españolas de enredo y desenlace festivos o placenteros; pasos: piezas dramáticas muy breves; farsas: piezas cómicas breves; calzas; juegos de escarnio.

4. Acontecimientos clave del desarrollo del teatro

En el siglo XII, Alfonso X, El Sabio, crea la escuela de traductores de Toledo para difundir la cultura y saber por toda España.

Ya llegado el siglo XV, observamos un auge de la orden Franciscana, para cuyos conventos componen personajes de importancia. Se desarrolla una importante actividad dramática en torno a catedrales como León o Córdoba, con dramas relacionados con la Sibila. En Toledo la fiesta del Corpus deja algún testimonio de fines de este siglo.

En el año 1499 muere el autor de el Auto de la Pasión, Alonso del Campo (ver 5-Autores y Obras)
En la segunda mitad del siglo XV crece la afición al teatro y empiezan a crearse compañías teatrales. Se sigue cultivando el teatro religioso, el Códice de Autos Viejos es lo más representativo de este teatro.

 A fines del siglo XV y casi entrando en los comienzos del siglo XVI, se inicia un teatro de corte popular y cómico con Lope de Rueda.

5. Autores y obras

·                     Gil Vicente; Fue un auténtico poeta lírico. También realizaba comedias, las cuales eran de carácter popular y se representaban en las casas Señoriales.

Sus obras:

La Rubena (en Portugués y Castellano); Amadis de Gaula; Don Durados; La Comedia del Viudo, una de las mejores, en castellano, delicada y de gran fuerza étnica.

·                     Lope de Rueda; Autor dramático, poeta y comediante español llamado el terencio sevillano considerado como el fundador del teatro español. Natural de Sevilla, nace en los primeros años del Siglo XVI, en 1510 y muere a fines de 1565 o principios de 1566. De oficio batihoja, estuvo casado con la cómica Mariana. Introdujo mejoras en el modo de representar los espectáculos escénicos, y atraído por la bullanga y la farándula, entró en una Compañía de teatro de comediantes ambulante (Cómicos de la Lengua) recorrió muchas ciudades españolas. En ésta, siendo autor, actor y director. Su sencillo y eficaz teatro al recorrer todos los caminos de la península, congregaba en torno a sí, a los rústicos espectadores. Por ello, fue el primero que representó en España obras teatrales ante un público popular, en calles y plazoletas logrando que el teatro se pusiera en contacto con el pueblo.

Inventor de los Pasos, breves entremeses llenos de gracia y sencillez, por los que desfilaban personajes populares como el rufián, el bobo o la negra. Éstos poseían vestimenta, ademanes y modos de expresión verbal típicos de cada sitio y provincia de España. Eran obras cortas que precedían a las de más importancia, y su fin era hacer reír al sencillo público de la vida cotidiana, haciendo intervenir en ellos personajes vivos, reales (casi siempre humildes), que hablaban un lenguaje rústico y gracioso por lo que su fuerza cómica residía en la palabra más que en las situaciones.

Sus obras fueron publicadas (1567) por Juan de Timoneda. Las más interesantes eran precisamente los pasos, especialmente el de Las Aceitunas (1548)

Otros títulos:

·         La carátula (1545)

·         El Convidado (1546)

·         La Tierra de Jauja (1547)

·         El Rufián Cobarde, La Generosa, Paliza, Los

·         Criados, Cornudos y Contentos, Los Lacayos, Ladrones, Pagar y no pagar.

Resulta muy curioso su diálogo sobre la invención las calzas (en versos) en el que ridiculiza las modas de su tiempo. Escribió además tres coloquios pastoriles. ( Camiba y Tymbria, en prosa, y Prendas de Amor, en verso)

Los esfuerzos de Rueda por mejorar el arte de la representación fueron según el conde de Schack, extraordinarios y nunca vistos en España y que podían ser considerados como el primer impulso que recibieron la mímica y el arte dramático para llegar a su perfección.

·                     Don Juan Manuel; Hombre culto, sobrino del rey Alfonso X. Participó en la política e historia de su tiempo.

·                     Gómez Manrique; (1412 – 1490)

Palestino; Sobrino del Marqués de Santillana, Gómez Manrique no se consideró hombre de letras, sino más bien político. Sin embargo, como autor dramático, Manrique ha sido el continuador de la tradición castellana de los Autos. Su Representación del Nacimiento de Nuestro Señor es una deliciosa pieza llena de emoción, ternura y viveza escrita para su hermana entre 1458 y 1468, antes de ser corregidor de Toledo.

Debieron dramatizarse también sus Lamentaciones hechas para la Semana Santa, junto a otras obras dialogadas que corresponden al ciclo de la Pasión.
Se atribuye también a Gómez Manrique un Auto de la huida a Egipto, basado en los evangelios apócrifos. Deriva del género latino del Officium Pastorum y muestra a pastores y ángeles dispuestos a adorar a Jesús.

·                     Lucas Fernández; (1474?-1542)

Compañero, rival y admirador de Juan del Encina sería el salmantino Lucas Fernández (1474-1542), cuya obra resulta difícil de fechar, aunque se supone realizada hacia 1500. La vida de Lucas Fernández transcurrió en Salamanca, donde estuvo al servicio de la catedral.

Su teatro se mantuvo en la corriente medieval. Escribió seis farsas y églogas al modo pastoril; tres de ellas son profanas y las otras tres religiosas. De estas últimas destacamos la denominada Auto de la Pasión como obra más interesante de Lucas Fernández y la principal de todo el teatro primitivo español.

 
La edición de sus Farsas y églogas aparece en 1514 en Salamanca.
 

 

Presenta tres comedias de tema amoroso. Introduce este término en nuestro teatro, acaso porque la primera de ellas recuerda el argumento de la comedia elegíaca latina medieval. En las otras dos nombra representaciones de Juan del Encina, sin permitir una datación segura. En ellas plantea como debate el amor del pastor y el del caballero. Su producción se completa con un brevísimo diálogo para cantar.

Lucas Fernández parte de presupuestos próximos a los de Juan del Encina, al cual aventajó en realismo y agudeza al prolongar el número de versos y de personajes de cada representación. Mantuvo el dialecto sayagués de sus pastores.

Otras Obras


Se han perdido, creemos, muchos de los autos que se debieron representar a lo largo del siglo XV. Un códice de la segunda mitad del siglo XVI, al que llamamos Códice de Autos Viejos conserva numerosas obras religiosas y algunas profanas, representadas en muy diversos lugares de la Península, que podrían ser reelaboraciones de estos textos medievales, tal vez no definitivamente perdidos.

De un convento franciscano conservamos El auto de la huida a Egipto, fechado entre 1446 y 1512 y anónimo: entre la ida y vuelta de la Sagrada familia a Egipto, San Juan bautista, ermitaño, convierte a un peregrino a la Fe de Cristo.

Se conoce el esquema de un Auto del Emperador, que no se ha conservado. El más importante es el Auto de la Pasión, escrito entre 1486 y 1499, año en que muere Alonso del Campo. El texto conservado parece un borrador, copiado al final de un libro de cuentas. Narra la pasión de Cristo, basada en algunos versos de la Pasión trovada (anterior a 1480) de Diego de San Pedro. El mismo comienza con la oración de Jesús en el huerto y su diálogo con un ángel, tras lo cual se dirige a los apóstoles, que duermen. Judas lo traiciona. Una mujer reconoce a San Pedro, que niega a su Maestro e inicia un planto, seguido de otro de San Juan. Tras la sentencia de Pilatos, San Juan consuela a María, cuyo planto cierra el auto.

Dentro del teatro escrito en castellano, se ignora qué textos dialogados pudieron ser teatrales. Se considera dramática alguna obra de Fray Íñigo de Mendoza o la de Rodrigo de Cota , probablemente, el confuso testimonio sobre un auto amoroso -obras todas de la segunda mitad del siglo XV-. Incluso la Danza de la muerte, de finales del siglo XIV, parece representable.
 
 
 
 
 

 

 Tampoco se pueden olvidar las traducciones de clásicos latinos como Plauto, Terencio o Séneca, que influyeron en el desarrollo teatral.

Conclusión

El Teatro Medieval se desarrolló en una etapa en la cual, el teatro en general se encontraba recién en sus comienzos. Casi ni se parecía al que hoy podemos apreciar.

Este Teatro del Medievo estaba totalmente dividido, especialmente según las clases y culturas. Al comienzo, el religioso estaba dirigido únicamente a la gente de los palacios, suponemos que se marcaban especialmente las diferencias sociales y se privaba al pueblo de las representaciones.

Luego se dividió por lo que, por una parte, se podía encontrar un teatro religioso, de las iglesias, que creemos tenía un fin especial de persuadir al público sobre las creencias religiosas y, por otro lado, intentaba educar a los que menos sabían. Existía a la vez un teatro más popular, que no tenía fines especiales aparte de entretener. Este último es el que encontramos más parecido al teatro de hoy.

Por último, sabemos que este teatro tuvo su máxima expresión en Europa, especialmente es España aunque el teatro castellano (obras escritas en castellano o español), no cuenta con específicos y claros testimonios sobre su existencia por lo que suponemos que las obras eran representadas pero no escritas. Al contar sólo con una obra escrita en castellano específicamente, pensamos que en general los textos de las representaciones no correspondían a ese idioma sino a otros como por ejemplo el latín.

Bibliografía

 

Diccionarios

 

1.        Consultor Alfa-temático Visual, Tomo 8. España. Editorial Baber

2.        Diccionario General de la Lengua Española, 1997 Biblograf, S.A., Barcelona.

3.        Lectum Nuevo Diccionaro Enciclopédico Ilustrado, Tomo IV. Buenos Aires: Lectum, 1966 [1965]

 

Enciclopedias:

 

4.     Enciclopedia temática Guiness. Argentina: La Nación

5.     Enciclopedia Temática Océano Color, Volumen 1. España, Océano, 1994

6.     Enciclopedia Universal Sopena, Tomo 7. Barcelona: Sopena, 1970 [1963]

7.     Nueva Enciclopedia Temática, Tomo 9. México DC, México: Richards, 1969 [1964]

Manuales:

8.     Fraschini Alfredo E .Panorama de los Movimientos literarios. Desde la Antigüedad Clásica hasta el siglo XX. Buenos Aires, Argentina. Editorial Kapeluz. 2000

9.     Marcimian Silvina y otros. Lengua y Literatura II, Capítulo 1 . Pilar, Argentina. Editora AZ 2000

 

Direcciones de Internet

10.  http://www.geocities.com/poeticarte/teatro/oro.htm

11.  http://www.geocities.com/teatrosvalencia/renacimiento.htm

12.  http://www.spanish-books.net/literature/tmedievo.htm

13.  http://www.elcultural.es/historico_articulo.asp?c=1207

14.  http://virtualibro.com/subseccion.php?ID=16

15.  http://virtualibro.com/subseccion.php?ID=15

16.  http://icarito.tercera.cl/enc_virtual/archivo/papel/649/649_6.html

 

Anexo

 

La representación de los Reyes Magos


Fue la primera obra de teatro escrita en castellano, sobre el 1150 (segunda mitad del Siglo XII) y consta de 147 versos irregulares.


Se conoce con el nombre de Auto de los reyes Magos, y cuenta el camino de los reyes Magos a Belén. Se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid.
Es sencilla y su objetivo fue enseñar sobre el Jesús a la gente simple e inculta de la época.


Fue procedente de la Catedral de Toledo y copiada en las páginas sobrantes de cierto manuscrito.


Aunque incompleto, su contenido es representativo:
Los Reyes Magos piensan cómo darse cuenta que el Niño Jesús es Dios. Si elige el incienso frente al oro y la mirra, mostrará su naturaleza divina. Preguntan a Pilatos, que, alarmado, pide consejo a sus sabios y rabíes traidores.


La lengua del fragmento desconcierta y apunta a una posible fuente francesa.


 Auto de los reyes magos (Fragmento)

GASPAR (en su palacio)

 

¡Dios creador! ¡Qué maravilla!
¿Qué estrella será esa que brilla?;
hasta ahora no la he advertido;

hace bien poco que ha nacido.
¿Habrá nacido el Creador;
de todas las gentes señor?
No es verdad, no sé qué me digo;
todo esto no vale ni un higo.
Otra noche la miraré,
y, si es verdad, bien lo sabré
¡Gran verdad es lo que yo digo!
En absoluto lo porfío.
¿No puede ser otra señal?
¡Esto es y no es nada más!
Dios -es seguro– nació de hembra
en el mes este de diciembre.
Donde esté iré, lo adoraré,
por Dios de todos lo tendré

BALTASAR (en su palacio)

No sé esa estrella de donde viene,
quién la trae o quién la detiene.
¿Por qué ha surgido esta señal?
Jamás en mis días vi tal.
De cierto ha nacido en la tierra
aquel que, en la paz y en la guerra,
Señor será desde el Oriente,
de todos, hasta el Occidente.
Por tres noches me lo veré
y más de veras lo sabré.
¿Será verdad que ya ha nacido?
Dudo de lo que he advertido.
Iré, lo adoraré,
le imprecaré y le rogaré.

MELCHOR (en su palacio)

 

Válgame el Creador, ¿tal cosa ha sido alguna vez hallada
o en una escritura encontrada?
No había esa estrella en el cielo:
para eso soy buen estrellero.
Yo no me engaño: he advertido
que un hombre de carne ha nacido
que es el señor de todo el mundo;
así es, como el cielo, rotundo.
De las gentes señor será,
y todo el orbe juntará.
¿Es…? ¿No es?
Pienso que verdad es.
Lo veré hasta que me persuada
de si es verdad o si no es nada.
¡Sí! ¡Ya ha nacido el Creador
de todas las gentes señor!
Yo bien lo veo que es verdad.
¡He de ir allá, por caridad!

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